miércoles, abril 08, 2009



Mi punto de vista en relación a las implicancias que tiene la Ley de Propiedad Intelectual chilena en la educación del siglo XXI es el siguiente, si bien la ley de propiedad intelectual busca defender la postura y derechos del autor en cuanto al desarrollo de sus capital y al sacar fruto de su esfuerzo y creación, el que existan una serie de impuestos como sucede en nuestro país hace que los diferentes frutos de los diversos artistas tengan un costo elevado y muchas veces lejano del alcance del ciudadano común. Este fenómeno hace que el consumidor de cualquier tipo de producto ( ya sea libro, película, etc.) busque alguna opción en cuanto al mismo ya que el original muchas veces supera de forma notoria su poder adquisitivo, provocando que la opción sea la manera mas fiable de conseguirlo.
El como esto se enlaza con la educación es simple, los diversos materiales que exigen los establecimientos educacionales ya sean libros, videos, etc. no se encuentran a un precio accesible para los diversos apoderados, como expresaba en el párrafo anterior, creando de esta forma una cadena en la cual se busca un producto de menor calidad y muchas veces mal copiado el cual sera un apoyo en el enriquecimiento cultural del pupilo. Si este se basa en un texto de menor calidad podemos sacar por conclusión el como será la base de su conocimiento en cuanto a ese tema. Creando una cadena en la cual la calidad del producto va en directa proporcionalidad al desarrollo del estudiante.
Si bien el autor tiene todo el derecho frente a sus creaciones y la ley lo ampara hasta 50 años después de su defunción, esto no sirve de nada si el mercado impide de cierto modo que su desarrollo continue en el mercado oficial debido a las trancas que presenta, si se solucionase esto los usuarios tendrían un mejor acceso a diferentes productos culturales logrando un desarrollo de social de proporciones considerables. El pueblo tiene derecho a tener a su alcance el libro original que desea y no una mala copia comprada en la calle. Si analizamos esto podemos ver que no solo pierde el autor al no tener un mayor publico del que podría tener si no que pierde el estado por concepto de impuestos. Es verdad que existen una serie de convenio entre algunas empresas y el estado para dejar en un precio bastante inferior ciertos productos a establecimientos educacionales pero de la misma forma no existe un medio para que los que tienen que apoyar a los estudiantes fuera del rango oficial puedan acceder de la misma forma a estos beneficios logrando un reajuste de forma equitativa en la adquisición del material por parte de los mismos.
A modo de conclusión podría decir la ley ampara de la manera que corresponde al autor, pero sin embargo el autor no es nada sin el que absorbe y disfruta de sus creaciones, y la educación se complementa con los mismos. Por lo tanto mientras existan medios que impidan el fluir libre entre estos dos agentes siempre habrá alguna alternativa que menoscabará el el poder y el derecho del autor.
-costos de software como referencia en el mercado formal:

3 comentarios:

Carlos Tapia dijo...

qué podemos decir... así es la vida...

hojasconlluvia dijo...

una mujer desnuda y en lo oscuro...

ambos sabemos de qe abla benedetti

no es asi?




maty L

Anónimo dijo...

Que tan patetico puede ser el hombre, cuando escribe de amores perdidos o de encontrar uno...Cuando el mismo hombre se envuelve en un puto manto de historias fantasticas y llenas de mentira como tu puta vida leyton!