domingo, octubre 29, 2006


A mucho andar me detengo,
En tu sangre....en tus letras....,
En tus ojos, me detengo.

¿Qué quieres saber de mí?
Puedo susurrarte mi vida,
Gritarte mis amores,
Agrandar tus heridas sin tener por ello
El menosprecio de tus huidas...de tus dolores.

Dime; ¿ Nos conocemos?
¿Todavía nos conocemos
o ya estamos a punto de escupirnos a la cara?
¿Quién eres? ¿qué eres?
Amiga, mujer, ángel, escarabajo,
Mariposa o verso fugitivo
Esperando nacer al borde de una copa de vino.
Son tantos sueños rotos mujer...
Es que nos has visto ese ente oscuro que me rodea,
Ese caminar pasivo y doloroso,
Esa ausencia de amigos,
Esa soledad de cuarentón amargado
Sin aún pasar los 20 suicidios.
Ese fumar y fumar
Como quien esta atrapado entre el segundo antes
Y el segundo después de chocar contra tu belleza,
Ese pasar mientras el silencio te hace el amor despacito........

A mucho andar me detengo,
En tu sangre, en tus letras,
¿ qué quieres saber de mí?
Dime, ¿ nos conocemos? ¿quién eres? ¿qué eres?
Son tantos los sueños rotos mujer,
¿ recuerdas ese tango en París?
¿ recuerdas como odiábamos juntos la espera?
Quizás...quien sabe...
Algún día un “extraño amor”,
Un viejo amigo, te llame de nuevo
Y te ilumine el día y alegre el corazón
Ese Bon Jorno Principezza!!
Que me hiere el alma cada vez que te veo.

I. Leyton....

Lamento en el alma que ciertos poemas tengan ese toque que hace que únicamente a quien van escritos y quien los escribe puedan hundirse al 100% en su naturaleza, comprenderlos más que con la mente, con el alma. Este es un regalo para una gran amiga y por que no decirlo, un gran amor. Yo creo que existen personas que no deben unirse nunca, esa fusión puede ser fatalmente poética...personas de mundos distintos, de estilos de vida muy distintos, cosas que por a,b,c motivo no funcionan. Yo también viví esos días en que nos conectaba una simple llamada como un sueño, no creas que no sé quien eres, no miento que al comienzo el dolor fue grande...verte con él a cada rato, sentirte tan cerca pero tan lejos.... Nada más que decir, si llegas a leer esto sabrás que no eres el amor de mi vida ( ese poemilla anda paseando su cuerpecito de ángel a la orilla del mar, y con lo bella que es de seguro ya se fusiono con la espuma y anda por ahí susurrando amores a la luna, el otro día vi una foto de ella y esta más linda que nunca) pero sin duda alguna me ayudaste bastante y sé que ese amor que aguarda por mí en tu pecho nunca tocará mis labios, lo sé , siempre supe que sería así. Recuerda que llegué de un mundo raro...que no sé del dolor, que triunfé en el amor y que nunca e llorado.

PD: Como solía decir...-“corto, pero te veo en un ratito más en mis sueños, hoy nos juntamos en París...¿te parece?....Bone nuit principezza....bone nuit.”-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uyy me dejas la piel de gallina cuando leo lo que escribes.. Quizás sea el tiempo, el momento y la situación lo que me hace vivir cada vez más vulnerable.. no lo creo, aunque sí vivo vulnerable, creo que lo que escribes me llega al alma, no por estar triste, sino porque es arte. Sé que eres una de las pocas personas que real% entiende lo que siento, sé que conoces el porqué de mis lágrimas. Me caes bien Nachito!!
Bueno solo eso por hoy.. supongo que la vida no se acaba aquí, supongo que como dice una canción por ahí "lo que no mata, fuerza te da", y eso.
Espero que estes muy bien... ahh!! para variar no sé para quien va dirigido, o tal vez si sé, porque un día se te escapó su nombre..
Nos vemos!! besitos =)

Anónimo dijo...

entre sabanas y manteles...

el cielo se nos cae, lava los ultimos manteles y lustra las ultimas tumbas que danzaremos en los feretros de los que nos han dañado.... por fin el fin del mundo nos pillara bailando... riete que ya hemos andado en bicicletalo sufiente y ya hemos vivido en el claro bastante como para estar triste, veras como lo que queda de tiempo se va consumiendo solo y cuando despertemos, cuando despertemos existiremos en donde solo sabemos ser unos pocos... donde como dice otro los atardeceres tienen el color del vino... y donde yo he visto amanecer calipso intenso, casi azul